Al Pie de la Montaña

Desvelos de un tecolote loco

ANTES DE QUE MUERA AGOSTO

Teotl

unas palabras:

no encuentro garabatos para esta estratagema

que convierte el verano

en traslape de escritos,

esperando la partida al cesto de la basura.

Caerán como lemmings

en los acantilados de mi insomnio.

Ya no me asaltarán,

impotentes,

apenas tejerán sus pretextos con lentitud glaciar,

paréntesis para escribir defunción

en donde debiera decir resurrección.

30 agosto 2010 Posted by | poesía, Teotl, poema en cocimiento | , | Deja un comentario

Me hablas, Teotl, pero no te escucho

Me hablas como hablaste a mis abuelos,Teotl,
y yo busco tu voz en el faro,
en la almohada, en el espanto de mis pesadillas.
Aguzo el oído… sólo silba el viento.
Tendría que desnudarme,
cantar sin recato tus canciones,
y despertar al niño que duerme en mi vigilia.

Mis nietos me invitan a jugar,
desde la nube, en la gruta
y en el clamor del arroyo;
como me lo hiciste tú, desde la voz de mis hermanos,
lúdico concierto, pregón, armónica imagen con que despertaba la mañana.
Llave.

Quiero escucharte, Teotl,
seguirte, Teotl,
respirarte caricia en el clamor de madrugada,
campana destellante, voz,
sonido que ilumina el atardecer
de la mirada.

7 marzo 2010 Posted by | poesía, Teotl, poema en cocimiento | , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario

Teotl, Teotl

Teotl, Teotl,

¿Por qué te escondes?

Cada instante de mi vida apremia a tocarte

mientras el aire inspira en la montaña sus sonetos

¿Dónde estás ahora que mis pies se han entumido?

ahora que la máquina del tiempo se derrumba

y deja fluir su sangre como el rastro escalofriante

de un niño acuchillado

Teotl, hazte presente

siquiera como grieta en mis salmodias

o como lluvia de pájaros impetuosos,

un tajo de tu sueño solamente,

un latido del viejo campanario,

o una oda de granizo.

Tengo miedo, tu lo sabes

y me ves sin perturbarte

sabiendo que no puedo más.

Teotl, ¿por qué leo el periódico?

me baña diariamente con sus aguas negras

pero yo sigo leyendo,

no puedo parar,

caigo dando tumbos como esquiador derribado;

sangre, sólo sangre se desprende de sus hojas.

Necesito tu pulso aquí, en mis venas

para correr y despegar

como el avión de mis quimeras

que me envías cada noche,

para llevarme a la orilla de la aurora;

necesito respirar un poco los azahares

y contar de nuevo las estrellas.

Eran quincemiltrecientastreintaysiete cuando me despertó

marte, molesto por haberle cerrado mis cortinas,

entonces me puse a soñar, Teotl

y sentí el perdón escurrir por mi ventana

y pude verte pasar como lechuza sigilosa

cuando encallaba en mi corazón la gracia de tu luz.

Con todo lo que hoy he recogido

puedo hilar un responso,

una cadena de mirlos condenados

a trinar Stars and Stripes forever,

una ristra de furgones cerebrales

rellenos de pensamientos lúbricos

goteando la parsimonia de sus delectaciones;

entonces lloraré, Teotl, buscaré la costura de tu manto

y sólo encontraré, el vacío de los huérfanos de Bagdad.

Teotl, quiero arrodillarme,

postrarme ante mi ciática

y decirle, muérdeme, anda

y todo porque debo solventar la cuota de esta culpa que me mata;

entonces de rodillas escucharé

tu voz,

tu silencio sedante redentor de torturas

y me dirás contundente: dale vuelta a la página

pero yo, alucinado de epopeyas, adicto compulsivo de la historia,

no querré dejar de lado mis inmortales caídas,

ni cejaré de honrar mis resbalones.

Teotl, quiero, quiero

darle vuelta a esta hoja para escribir con otra letra,

con otro idioma, con otra tinta;

seré un viejo recién nacido

aprenderé a caminar y a deletrear tu nombre:

Teotl

Anoche te soñé,

tu me soñabas,

bajabas por el tracto uterino de la historia

hasta volverte verbo.

Teotl

aquí estas,

siempre a mi lado

llorando conmigo,

cantando mis canciones,

padre de mi angustia,

madre de mis carcajadas.

No te veía,

¿Por qué hasta hoy te descubro acurrucado en mi pecho,

y sólo acierto a levantar las manos

para coger este aire espumoso

lleno de palabras amarillas,

emplastadas en la imagen

del ente que me habita?

 

Estás en mi Teotl

subiendo por mis venas,

licuándote en mis axilas

y escurriendo por mi frente,

punteando el ritmo de este reloj de arena,

de este despertador armado

para sonar a la hora exacta

en que tú, Teotl

abrirás la puerta de mi jaula.

 

Y aquí estoy yo también,

desentrañando los sueños enhebrados

en el rosario de mi bisabuela Lucy, la Etíope.

 

¿Me sonríes?

acepto tu benevolencia

soy un amateur… lo reconozco,

estoy aquí, simplemente estupefacto

mirando tu respirar tranquilo,

descubriendo tu tejido

en mis sollozos,

saboreando tus besos de luz,

tus caricias de madre bienhechora.

Estoy aquí, mirándote como se mira a un hijo,

y siento como hace mucho no sentía,

el cobijo amoroso de mi estirpe.

 

 

Teotl

el invierno se fuga

se convierte en suspiro y se evapora.

¿Qué el planeta tiene fiebre?

¿qué pronto se derretirán los polos?

Es posible. Yo también tengo fiebre Teotl

tiemblo,  me cuarteo con esos pasos

solemnes trotando en mi azotea,

me derrito en este caldo de res

cocido con rayos catódicos,

esperando un beso que no llega.

 

Cuando despierte

te buscaré,

se que estarás a mi lado.

 

No se Teotl, por qué,

cuando tu noche viste

de solemne crespón el firmamento

veo una gota de luz caer herida.

Los seres se devoran,

el viento expande su lascivo canto,

nada parece verdadero,

ni la luz de neón,

ni la cadencia que en cada soplo

repica el campanario,

sólo es verdad este punto luminoso

esta piedra lanzada por los astros.

 

 

Esta tarde me acerco a tu morada Teotl,

a pedirte la gracia.

Quiero exhumar al difunto

que ronda en mis adentros,

no me abandones, Teotl,

déjame conocer los sortilegios

inscritos en la ingravidez de mi lógica

quiero soltar amarras

antes de que sea tarde,

dame tu venia

para pisar tu territorio.

Coraje Teotl, lo necesito,

¿para que quiero sangre en estas venas

si no tengo palabras?

 

Teotl

desnúdame,

llévame de la mano,

dame tu hiel,

el estupor,

la dicha de asfixiar mis días

en tus colmillos soberanos.

Condúceme despacio

madre prima

ahí donde las lenguas coligen oraciones,

besos dulces,

canciones de cuna

tejidas en la estrellería

de un ayer alucinado.

 

Abre tu mano,

tu portal,

tu gruta,

tus aljibes prolijos,

tus nudosos brazos,

tómame y volaré,

ceniza,

polvo

limadura de cántaro;

respiraré tu pulso y bucearé dichoso

en tu silencio sagrado.

 

4 octubre 2009 Posted by | Teotl, poema en cocimiento | , , , , , , , , , , , , , , , , , , , , | Deja un comentario