Al Pie de la Montaña

Desvelos de un tecolote loco

CASI UN POEMA


scenic view of rocky mountain during evening

Por la noche, al mirar las estrellas. (fragmento del libro El Alma del Ateísmo de André Comte-Sponville)

«Sólo es necesario un poco de atención y de silencio. Basta con que la noche sea negra y clara, que nos encontremos en el campo y no en la ciudad, que se apaguen las luces, que levantemos la cabeza, que nos tomemos tiempo para mirar, para contemplar, para quedarnos callados… La oscuridad que nos aleja de lo más próximo, nos abre a lo más lejano. No podemos ver a cien pasos. Y sin embargo, vemos a simple vista a miles de millones de kilómetros. ¿Esa estela blanquecina u opalescente? Es la Vía Láctea, nuestra galaxia, ésa al menos de la que formamos parte: cerca de 100,000 millones de estrellas, la más próxima de las cuales, exceptuando nuestro Sol, se encuentra a 30 billones de kilómetros… ¿Y ese punto tan brillante? Es Sirius a 8 años-luz, es decir a 80 billones de kilómetros. ¿Y esa mancha luminosa, casi imperceptible, allá, cerca del Carro de Pegaso? Es la Nebulosa de Andrómeda, otra galaxia (existen miles de millones, cada una compuesta por miles de millones de estrellas), que se encuentra a 2 millones de años-luz, es decir, ¡a cerca de 20 trillones de kilómetros! Durante la noche, todo cambia de escala. El Sol, por su brillo, constituye una prisión de luz, que es el mundo, «nuestro» mundo. Pero la oscuridad, cuando hace buen tiempo, nos abre a la luminosidad del cielo, que es el universo. Sólo con dificultad intuyo el suelo sobre el que me desplazo, pero percibo, mejor que en pleno día, lo inaccesible que me contiene.»

17 noviembre 2020 - Posted by | Bitácora del día, literatura, poesía, Superación personal | , , , , , , , , , , , ,

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