CONOCE LA HISTORIA COMPLETA DEL `FUA`

El don del ‘Fua’

El Norte
Javier Livas
2 Jul. 11

Estamos frente a un fenómeno de los que caracterizan la nueva era digital y de internet: el gran poder de contagio masivo de YouTube. Medio millón de visitas en sus primeras horas de existencia.

Ahora gracias a los medios, el video del «Fua» ha entrado a millones de hogares mexicanos. Sin duda, el «Fua» está ya cómodamente instalado en millones de mentes.

El «Fua» es un «mim» («meme», en inglés), o sea un paquete de información con la virtud de que puede ser copiado y transmitido fácilmente de una mente a otra, que nos usa como sus vehículos. Es un mim bautizado con tres letras, F, U, A, pero con un contenido oportuno. Pegó porque estamos especialmente receptivos.

Busqué en el diccionario y no existe palabra alguna del español propiamente que empiece con esas tres letras. Puedo entonces afirmar que estamos frente a un nuevo concepto que llegó para quedarse. No sé si nos toca ser testigos de un invento, nacimiento, alumbramiento o revelación, pero creo que el «Fua» se ha ganado al menos una interpretación más profunda.

Primero que nada vamos a la definición proporcionada por su descubridor. Cito textualmente -cuando se pregunta y se contesta solo: «Cuando nos estemos enfrentando a la adversidad, el ‘Fua’ significa: carácter, lo que la vida te exige para dar vida a los demás. ¡Fua, Fua, Fua! Cuando ya está todo perdido, cuando ya estás extenuado… cuando das el ‘Fua’, significa un extra.

«Ya no puedo… pero voy a sacar el ‘Fua’. Y lo voy a sacar porque tengo que dar el extra. ‘Fua’… carácter; voy y saco. El ‘Fua’ significa cuando sacas el carácter del estómago, y dices: Lo voy a hacer. ‘Es que… ya no puedo, ya no puedo, ya no puedo’. ¡Cómo no!, ¡Fua, Fua! y saco el carácter y saco la fuerza y saco el poder… ése es el ‘Fua'».

Éstas son la palabras de una persona -aún en estado etílico que se dice alcohólico arrepentido- a sus rescatistas. Se trata, según el reporte de Nayarit en Línea Televisión, de un ex seminarista, en ocasiones mesero, de nombre Julio César, arrojado al alcohol y a la calle y por una esposa que ya anda con otro.

Apuntando su dedo hacia lo profundo del cielo, sentencia: «‘Fua’ significa dar el extra… lo que se proyecta hacia el universo. Eso es lo que es el ‘Fua’. Cuando la persona ya está muerta, (ustedes rescatistas) dicen: ‘¡No ya, déjalo muerto!’. No, no, no, no, no. ¡Fua, Fua, Fua! (golpes al pecho) y lo revives. Y cuando esa persona le sirve a la sociedad, es cuando tú das el ‘Fua’. No importa lo que hagas, no importa lo que realices, lo más importante es dar el extra… el ¡’Fua’!».

No sabemos cuán insistente es este desdichado en predicar su ahora famoso «Fua». Esta vez, sin embargo, una cámara estuvo allí para captar las admoniciones que en este episodio ya inmortalizado obsequia a sus rescatistas. A cambio de un cigarro, primero «les leyó el futuro» inscrito en las palmas de sus manos. Hecho eso, los iluminó con su verdad revelada que algunos ya bautizan como la «Fuerza Universal Aplicada».

Si el «Fua» es una emoción, una fuente de energía vital, también es algo misterioso conectado con el alma, como señaló su autor señalando al espacio infinito.

¿Pudiera ese «extra» ser nuestro vínculo con una fuerza cósmica? ¿No será un don divino? La ciencia moderna trata de explicar cómo interviene la física cuántica en el funcionamiento del cerebro; hay un soplo de vida que nos llega de afuera. Sabemos que la vida se ubica en una línea muy fina entre el caos termodinámico y la muerte de la total inactividad molecular, pero más precisión se nos escapa, sólo Dios lo sabe.

El video del «Fua» ha sido un regalo que nos llega muy a tiempo, como un don inesperado. Es una triste demostración de la devastación de las dos drogas toleradas, pero contiene una enseñanza inescapable: el impacto de una verdad a pesar del estado de caos mental del mensajero.

Ojalá no sea el morbo de ver a un borracho balbuceante lo que popularizó el video del «Fua». Siendo objetivos, es un mensaje indeleble que nos llega en el momento en que los mexicanos estamos urgidos de una fuerza que magnetice a la población a la acción decidida para remediar lo mucho que anda mal.

Sólo en un ambiente receptivo se puede explicar el éxito de la irrupción del «Fua» en la psique nacional.

javierlivas@mac.com

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